En la granja eslovaca Krakovany, estas conclusiones se confirmaron claramente, ya que los costes significativamente más bajos desempeñan un papel fundamental. El consumo de gasóleo en la granja Krakovany, donde Robert Dohál y su equipo cultivan de forma regenerativa desde hace diez años, es casi un tercio del consumo medio en Eslovaquia. Además, cuando cultivan maíz para grano, lo hacen sin fertilizantes y consiguen rendimientos medios para la región.
La agricultura regenerativa se ha extendido sobre todo en Estados Unidos. Por ello, allí se pudo llevar a cabo un estudio a gran escala que comparaba la rentabilidad de las prácticas agrícolas convencionales y regenerativas en la producción de maíz. Los resultados, publicados en 2018, mostraron que los agricultores regenerativos produjeron un 29% menos de producción pero un 78% más de margen de beneficio en comparación con los agricultores convencionales. También mostró que el beneficio obtenido estaba positivamente correlacionado con la cantidad de materia orgánica en el suelo y no con los rendimientos alcanzados.
Dos años después, el Soil Health Institute analizó en su estudio los resultados de 100 explotaciones que se habían convertido a la agricultura regenerativa. El 85% de los productores de maíz declararon mayores beneficios. De media, obtuvieron un beneficio de 129 USD/ha. Los autores afirman además que existe un amplio margen para aumentar los beneficios agrícolas en EE.UU. desarrollando aún más esta práctica, ya que el 37% de las explotaciones agrícolas estadounidenses practican actualmente la siembra directa y sólo el 5% de las explotaciones cultivan cultivos intercalados.
Los mayores beneficios se deben principalmente a unos costes significativamente más bajos. La agricultura regenerativa minimiza todos los insumos químicos y reduce las pasadas de tractor. Al mismo tiempo, algunos agricultores obtienen mayores beneficios debido al mayor precio de venta de los productos y a los rendimientos adicionales derivados de prácticas como el uso de cultivos de cobertura para el pastoreo del ganado.
La granja Krakovany, gracias a la iniciativa de su jefe, el Sr. Robert Dohal, empezó a practicar la agricultura regenerativa hace 10 años en toda su superficie, de unas 680 ha. Por aquel entonces, la cooperativa perdía dinero y, según el Sr. Dohal, ni siquiera tenía para pagar los sueldos. Sin embargo, con su llegada y el inicio de la integración de los principios básicos de la agricultura regenerativa, la situación empezó a cambiar significativamente. Hoy, sus resultados económicos son excelentes y no tienen que preocuparse por las condiciones climáticas extremas.
La sequía, las lluvias torrenciales y las condiciones climáticas adversas, factores que están detrás de la erosión y la degradación del suelo, no les afectan realmente. Gracias a la agricultura regenerativa, tienen un suelo mucho más resistente y compacto. El Sr. Dohál añade: "El contenido de humus del suelo ha aumentado 0,83 puntos porcentuales en 10 años. No hemos tenido erosión en todo este tiempo, mientras que el suelo de nuestros vecinos sufre erosión casi todos los años, y el año pasado incluso más de una vez durante el año. Sin embargo, nuestro suelo ha aumentado su capacidad de retención de agua al menos seis veces en 10 años." Como resultado, las precipitaciones de sus campos no se escurren y siempre empapan el suelo.
En Krakovany no están demasiado preocupados por el aumento de los precios de los fertilizantes, los pesticidas y el gasóleo. En comparación con los agricultores convencionales, consumen bastante menos. Han pasado gradualmente del laboreo convencional al regenerativo. Así, no aran estrictamente y, además, han incorporado el cultivo intercalado como una de sus prácticas. Al cubrir el suelo con vegetación, mezclas de cultivos intercalados y residuos postcosecha durante todo el año, su suelo está lleno de vida, es fértil y resistente.
¿Y qué resultados obtienen en Krakovany? En aras de la ilustración y la comparabilidad con el ejemplo estadounidense, presentaremos los datos de rentabilidad del cultivo de maíz grano. En 2021, la explotación de Krakovany sembró 202 ha de maíz y obtuvo el rendimiento habitual de 10 toneladas/ha. Además, prescindieron de los fertilizantes. El Sr. Dohál también compartió con nosotros sus otros costes, por lo que pudimos hacer una sencilla comparación del margen bruto entre su explotación y una explotación de agricultura convencional de su región. Convertimos los resultados por hectárea. Esta comparación muestra claramente que con un rendimiento típico de 10 toneladas de maíz, Krakovany obtiene un margen bruto un 25% superior.
Robert Dohál consiguió formar un equipo relativamente joven que creyó en su intención de hacer las cosas de otra manera. Los excelentes resultados de la cooperación, no sólo los económicos, nos alegran hoy a él y a nosotros. Son un ejemplo local de la eficacia del método de agricultura regenerativa con una larga experiencia única en este país, que puede servir de inspiración a todos los agricultores.
